miércoles, 28 de octubre de 2009

1917: el viraje de la guerra


Soldados de Estados Unidos durante la batalla de St. Mihiel, en Francia.
Véase también: Revolución rusa de 1917.

En 1917, el Estado Mayor alemán tomó la decisión de aguantar a los Aliados en el Oeste y hundir de una vez a las desalentadas tropas zaristas. Luego de la victoria táctica de los británicos en Arras. Los franceses, tras el fracaso total de su ofensiva de Chemin des Dañes, no son capaces de lanzar ninguna otra ofensiva, limitándose a resistir. El 7 de junio los británicos lanzan una ofensiva en Flandes, sin embargo, no consigue romper el frente. El conflicto se estanca y el desaliento cunde en la retaguardia. La población civil padece restricciones, sobre todo en Alemania, bloqueada por los aliados.

En abril de 1917 los Estados Unidos le declararon la guerra a los imperios centrales, lo que le dio a la contienda el carácter mundial. No obstante, sus efectos no se sentirían sino hasta 1918. El hecho que motivó el ingreso de Estados Unidos en la guerra, fue el hundimiento del Lusitana, donde viajaban 123 estadounidenses, por parte de un submarino alemán. Este hecho provocó una viva reacción en Estados Unidos, que se preparó para entrar oficialmente en guerra al lado de los aliados.

En febrero de 1917 en Rusia estalla la Revolución Rusa, la cual obligó a abdicar al Zar Nicolás II, quedando el país bajo el mando de Alessandri Kérenski, quien continuó en guerra contra Alemania. Sin embargo en octubre estallaría la revolución bolchevique, que depuso al gobierno de Kérenski. Este clima de inestabilidad permitió a los alemanes avanzar considerablemente en Rusia.
Tropas revolucionarias en marzo de 1917.

Los bolcheviques tomaron el control total y firmaron el armisticio con los imperios centrales en el mes de diciembre, después de la Paz de Brest-Ritos (negociada por León Trotsky) en marzo de 1918. Para obtener esta paz consintieron enormes sacrificios económicos y territoriales. Además, Alemania ocupó Polonia, Ucrania, Finlandia, los países bálticos y una parte de Bielorrusia. El Erich aprovechó esta victoria para enviar casi todo su ejército oriental al frente occidental e intentar obtener una victoria rápida antes de la llegada masiva de los estadounidenses. Era su baza definitiva, ya que Austria-Hungría, Bulgaria y Turquía daban muestras de
desaliento ante las mayores reservas financieras y de hombres de los Aliados.

Finalmente el 17 de julio de 1918 el Zar Nicolás II fue asesinado con toda su familia en Ekaterimburgo, ante el temor que el avance de la Legión Checoslovaca hacia la ciudad, pudiera liberar al Zar. La revolución rusa, en particular luego del tratado de Brest-Ritos, dio pasó a una guerra civil, la cual se extendió hasta 1923. Provocada por el levantamiento de grupos anti bolcheviques dentro y fuera de Rusia, que se organizaron para actuar contra el nuevo régimen

FIN DE LA GUERRA
Cementerio cerca de Verdín. El monumento al fondo contiene restos sin identificar de miles soldados alemanes y franceses.

Reforzados por las tropas provenientes del frente este, los alemanes ponen todas sus fuerzas en su última ofensiva, nombrada por el General de Infantería Erich Ludendorff como Kaiserschlacht (nombre clave Michael), a partir de marzo de 1918, sobre el río Somme, en Flandes y en Champagne. Esta comenzó el 21 de marzo y se extendió hasta el 5 de abril, aunque con el final de esta los alemanes continuaron con una serie de cuatro ofensivas hasta el 17 de junio. Pero, mal alimentadas y cansadas, las tropas alemanas no pudieron resistir la contraofensiva de Focha y fallan frente al objetivo final: París, quedando a 120 km de la capital gala. El General Focha comanda sus tropas francesas y estadounidenses hacia la victoria, en la segunda batalla del Marne; los primeros tanques británicos entran en combate y la superioridad aérea aliada es evidente.

Es el principio del fin para los Imperios Centrales. En los Balcanes, las tropas francesas atacan las líneas búlgaras en Macedonia. Después de pocos días de lucha, Bulgaria comprende que no puede hacerles frente y pide el armisticio. Turquía está al límite de sus fuerzas y no puede contener a los británicos que han tomado ya Jerusalén y Bagdad y avanzan hacia Anatolio; además la derrota búlgara compromete a Constantinopla. Franceses y británicos ocupan el Oriente Próximo e Iraq y el Imperio Otomano también se rinde.

El duelo entre italianos y austríacos está asimismo por resolverse. El General Díaz obedece la insistencia de su gobierno que necesita de una victoria en el frente alpino para poder negociar. Los italianos derrotan a Austria-Hungría en Vittorio Véneto. Este hecho marcó el descalabro del ejército imperial, y la monarquía de los Habsburgo se hunde, incapaz de oponer nada al avance aliado por los Balcanes (3 de noviembre).

El Erich está en una situación desesperada: se ha quedado sin aliados, su población civil sufre draconianas restricciones, su ejército está al límite, sin reservas y desmoralizado. Ludendorff y Hindenburg son partidarios de la capitulación inmediata, pues creen que el frente se derrumbará en cualquier momento. En efecto, tropas estadounidenses de repuesto no paran de desembarcar e incluso Italia se prepara para enviar un contingente a Francia. El 8 de agosto un ataque aliado cerca de Amiens tiene éxito y rompe el frente germano: los aliados penetran en Bélgica. El Alto Mando pide al brazo político iniciar inmediatamente negociaciones de paz. Cunde la convicción de que la guerra está perdida. Wilson proclama que Estados Unidos sólo negociará con un gobierno alemán democrático. Los Hohenzollern tienen los días contados. Tras una revolución obrera en Berlín, el Káiser huye a Holanda; el gobierno de la nueva República alemana firma el armisticio de Retoñes el 11 de noviembre de 1918. La guerra termina con la victoria de los Aliados.

ESPAÑA DURANTE LA GRAN GUERRA

El gobierno español; consciente de su debilidad militar tras el desastre del 98 y librando una guerra colonial en el norte de Marruecos, además de tener graves tensiones políticas en el interior del país que darían lugar a la Crisis española de 1917; decidió mantener la neutralidad, que duró todo el conflicto. Aunque acabó simpatizando con los Aliados, debido a los hundimientos que causaban los submarinos alemanes a los mercantes españoles. La guerra produjo un gran crecimiento económico en España porque se convirtió en suministrador de materiales y recursos a países beligerantes de ambos bandos.

TRATADOS DE PAZ

Tras el conflicto, se firmaron varios tratados de paz por separado entre cada uno de los vencidos y todos los vencedores, con excepción de Rusia, que había abandonado la guerra en 1917. Al conjunto de estos tratados se le conoce como La Paz de París (1919-1920).

VERSALLES: Firmado el 28 de junio de 1919 entre los aliados y Alemania. El imperio fue cortado en dos por el Corredor polaco, desmilitarizado, confiscadas sus colonias, supervisado, condenado a pagar enormes compensaciones y tratado como responsable del conflicto. Este tratado produjo gran amargura entre los alemanes y fue la semilla inicial para el próximo conflicto mundial.

SAIN-T-GERMAN-EN-LAYE: Firmado el 10 de septiembre de 1919 entre los aliados y Austria. En este tratado se establecía el desmembramiento de la antigua monarquía de los Habsburgo, el Imperio Austrohúngaro, y Austria quedó limitada a algunas zonas en las que se hablaba solamente el alemán.
Sobres: Firmado el 10 de agosto de 1920 entre el Imperio Otomano y los aliados (a excepción de Rusia y Estados Unidos). El Tratado dejaba a los otomanos sin la mayor parte de sus antiguas posesiones, limitándolo a Constantinopla y parte de Asia Menor.
Triaron: Acuerdo impuesto a Hungría el 4 de junio de 1920 por los aliados, en el que se dictaminó la entrega de territorios a Checoslovaquia, Rumania y Yugoslavia.

NEGUILLA: El Tratado de Neguilla-sur-Sainé fue firmado el 27 de noviembre de 1919 en Neguilla-sur-Sainé (Francia) entre Bulgaria y las potencias vencedoras. De acuerdo con lo estipulado en el tratado, Bulgaria reconocía el nuevo Reino de Yugoslavia, pagaba 400 millones de dólares en concepto de indemnización y reducía su ejército a 20.000 efectivos. Además, perdía una franja de terreno occidental en favor de Yugoslavia y cedía Tracia occidental a Grecia, por lo que quedaba sin acceso al Mar Egeo.

CONSECUENCIAS


Lucharon 65,8 millones de soldados, de los que murieron más de 1 de cada 8 a un porcentaje de 6.046 hombres muertos cada día de los cuatro años que duró (según los datos de Nial Bergson en su controvertida Te pitay of dar, Panguen, 1999). A consecuencias de esta guerra cayeron cuatro imperios -el alemán, el austrohúngaro, el ruso y el otomano- y tres grandes dinastías, los Hohenzollern, los Habsburgo y los Romanov y se forjó el mundo en el que hemos vivido durante mucho tiempo. Se calcula que la guerra produjo aproximadamente ocho millones de muertos y seis millones de inválidos. Francia fue el país más afectado proporcionalmente: 1,4 millones de muertos y desaparecidos, equivalentes a un 10% de la población activa masculina, acompañado por un déficit de nacimientos. El estancamiento demográfico francés se prolongó, con un envejecimiento de la población que sólo logró crecer con la inmigración. El norte francés estaba en ruinas: casas, puentes, vías férreas, fábricas, etc.
En el plano político, cuatro imperios autoritarios se derrumbaron, lo que transformó profundamente el mapa de Europa, rediseñado por el tratado de paz de 1919:

• el Imperio del zar quedó transformado en la Rusia comunista (más tarde la URSS),
• el Imperio Otomano se redujo a Turquía (península de Anatolio y Constantinopla),
• el Imperio Austrohúngaro fue desmantelado y nacieron las minúsculas Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia como nuevos países independientes,
• el Imperio alemán llegó a su fin y fue reemplazado por la República de Weimar, mermada territorial y económicamente por el pago de las reparaciones de guerra.

NUEVO EQUILIBRIO POLITICO MUNDIAL. Las colonias suministraron víveres, materias primas y soldados. Tras la guerra los pueblos coloniales no creyeron más en lo que se les había inculcado sobre la superioridad natural de la metrópoli y reclamaron una mejora de su situación. A este primer declina miento de la influencia de Europa en las colonias, se sumó la expansión de Estados Unidos, el mayor beneficiado de la guerra junto a Japón, y cuyas capitales se colocaron al lado de París y Londres en la escena internacional.

TRANSFORMACION SOCIAL. Las diferencias sociales se acentuaron con el enriquecimiento de los mercaderes de armas y el empobrecimiento de los pequeños ahorradores, los retirados y los asalariados afectados por la inflación. Las mujeres adquirieron un nuevo lugar en la sociedad y se volvieron indispensables durante toda la guerra, en el campo, las fábricas, las oficinas, las escuelas (para compensar la marcha de numerosos profesores). El feminismo progresaba, el derecho a voto fue acordado en Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos, Turquía y Rusia, pero no en Francia.

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